Episodio 12

DablurArt

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Grabado en Espacio Furia Mariposa el 30 de Noviembre de 2021

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Mirada de dragón  (Gustavo Roldán)

Aunque los dragones saben mucho, siempre tienen una mirada llena de asombro. Se asombran de las cosas que no conocen y de las cosas que conocen. A todo lo que conocen lo miran con ojos nuevos cada día y, si la mirada es nueva, las cosas son diferentes. Entonces se sorprenden de que haya tantas cosas nuevas en el mundo y les parece hermoso conocerlas.

—¡Qué hermosa flor! —dice un dragón negro.

—¡Muy hermosa! —contesta otro—. Es parecida a la que estaba ayer en este lugar.

—Sí, pero la que vimos ayer era cuando el sol estaba alto; ésta, con un sol de atardecer, me parece más hermosa.

—¡Qué hermosa flor! —dice el mismo dragón al amanecer del día siguiente.

—Sí —contesta el otro—. Muy parecida a otra que ya vimos. Pero con los rayos del sol del amanecer ésta es más linda.

Y vuelan hasta las montañas más altas, ésas donde las nieves están desde el primer día del mundo, contentos por haber descubierto una flor nueva. Entonces un dragón le dice al otro:

—¡Qué hermosa montaña! ¡Tiene toda la nieve del universo!

Y los dos sobrevuelan en grandes círculos el pico de esa montaña que acaban de descubrir y que ya sobrevolaron mil veces.


Fragmento del libro Ausencia (Byung Chul Han)

«¿Admiramos las flores del cerezo sólo cuando están en todo su esplendor y la luna únicamente en un cielo sin nubes? […] Sobre todo una rama cuyos brotes sólo han comenzado a abrirse y un jardín cuyas flores se han caído ya, ofrecen mucho para contemplar. […] Ciertamente es bello mirar la luna llena, que brilla a millas de distancia, pero toca más profundamente el alma esperar el despuntar del día, hasta que la luna aparece lentamente e ilumina con su resplandor las cryptomerias en las montañas; luego cae de repente una suave lluvia y la luna se esconde un rato detrás de las nubes. Para la sensibilidad oriental ni la constancia  de ser, ni la perduración de la esencia hacen a lo bello. No son ni elegantes ni bellas las cosas que persisten, subsisten o insisten. Bello no es lo que sobresale o se destaca, sino lo que se retrae o cede; bello no es lo fijo, sino lo flotante. Bellas son las cosas que llevan las huellas de la nada, que contienen en sí los rastros de su fin, las cosas que no son iguales a sí mismas. Bella no es la duración de un estado, sino la fugacidad de una transición. Bella no es la presencia total, sino un aquí que está recubierto de una ausencia…. “


Ausencia (Byung-Chul Han)

El concepto japonés de estilo ‘Wabi’ , que expresa  un sentimiento genuinamente budista de lo bello, reúne lo incompleto, lo imperfecto, lo efímero, lo frágil y lo insignificante. Por eso, los cuencos de té que deben transmitir el sentimiento wabi no pueden tener un aspecto perfecto e impecable. Antes bien, tienen que estar fracturados. Por eso se les incorpora irregularidades y asimetrías intencionadamente. Wabi es, según un famoso ejemplo del maestro de té Shuko, un noble corcel atado al frente de una pequeña choza con techo de paja. Wabi es una única rama de ciruelo que florece en la nieve profunda. Wabi se contrapone a lo esplendoroso, lo perfecto, lo grande, lo exuberante, lo extenso y lo invariable. Bello es un cuenco de plata cuya superficie pierde brillo y se opaca. Bello no es lo reluciente, lo transparente o lo cristalino, sino lo mate, lo nuboso, lo rodeado de nubes, lo traslúcido, lo sombrío.»


(es)coger es político  (Isma Rodriguez)

(es)coger es político, sí, pero también es ideológico. Chuparnos el cuerpo es ideológico. Un sexo político nuestro, ni de intelectuales ni de rufianes, sino una hermosa diversidad de polvos funcionales. Y a la izquierda le pesa la diversidad, tanto como a la derecha, le alivia masturbarse con acciones solidarias. ¿Tendrías placer con un cuerpo roto, o sólo tenés para dar un paquete de fideos tirabuzones?

Los días en sillas de ruedas son todos iguales. Todo es un paisaje de un metro cincuenta. No es necesario que me griten al hablar, puedo escucharles. Soy parapléjico, no estúpido. Tener sexo con un cuerpo roto, a contracorriente de un mundo capacitista y heteropatrialcal, lo considero un acto revolucionario. Lamernos los cuerpos, es y no es amor. Cada día mi cuerpo se transforma, y con él, mis deseos, mis placeres, mis ideas y mi identidad. Podría decir que mis personalidades ya son casi o más discas que yo.

Tengo la fantasía de que tu fantasía sea la de (es)coger conmigo. Si querés puedo comprar un dildo, por si te da nostalgia. Este cuerpo roto no es un paradigma de las ciencias sociales y humanas. Tampoco un objeto de estudio. Aunque debo reconocer aún quedan muchas cosas que aprender. Si humedecés tu lengua, puedo llevarte a cosquillas nuevas.

No he tenido sexo con otra persona con diversidad funcional. Caigo en laberintos discursivos, pero tengo la suerte de que mis palabras cicatrizan rápido. Tengo intriga y calentura. Jugando con esas palabras, te digo que mi «orgasmo» viene cuando puedo ver el tuyo, si es que hablamos bajo un perfil coitocentrista. Es saber que me hacés parte de tu placer, que podemos construirlo juntxs.

Demasiado romántico todo. Quiero decirte que tu culo es muy rico. El mío es un pañal. La pasividad no es proporcional a la penetración. Tu concha es húmeda y sabrosa. Tu pija es rígida y torcida. Si me chupás las axilas, te acabo en las tetas. (es)coger me salvó la vida. 40 días postrados pensándote desnuda, con el pene erecto involuntariamente, mientras dos enfermeras lavaban mi cuerpo roto. Te veo y te la chupo.

Demasiadas ganas puestas al sexo oral. Ganas de sentir mis dedos penetrar un culo, el culo de alguien, el de otra persona. Pensar en (es)coger con vos no es algo simbólico. Rompamos la triada de: muerte, cura o heroicidad. No soy nada de eso. Puede que sea la muerte, a la que espero tranquilo. Más bien soy el deterioro. Soy hermoso, soy un monstruo hermoso, pero en deterioro.

Mi anormalidad corporal te calienta. En buena hora. El morbo junto con la duda hace de mi belleza un sexo de dedos, salivas y lenguas. Ver mi cuerpo en un espejo, es como entrar a una casa después de que alguien ha muerto, donde unx se pone a oler sus ropas, llorar sobre fotografías, extrañar momentos. Te veo desnudx y se me hace agua la boca, como a un gato de tapial. Te veo desnudx y es como cantar que cada cual tiene un «crip» en el bocho. A empujones, termino siendo un subversivo del faloncentrismo. Te la chupo toda, de nuevo.

Me veo y no me conozco. Creo que vivir dentro de una casa es más cómodo que salir a girar en círculos viciosos de infantilización, paternalismo o ruidos terapéuticos. Extraño bailar, y el aliento de tus mañanas. (es)coger es un lenguaje. Hace mucho que no nos vemos, que no nos hablamos, pero estoy seguro que si nuestras pieles se vuelven a tocar, explota todo. Una molotov de porno criollo.

El sexo es evitar un suicidio. El mío, por lo menos. Ahora estoy durmiendo, o sea, estoy cumpliendo un sueño. No todas las personas poseen diversidad funcional. No todas las personas pueden cumplir un sueño. Sin embargo, hay que distinguir que una cosa es una cosa y que otra cosa es otra cosa, si no la segregación seguirá existiendo. No es una concepción separatista, sino una cuestión de visibilidad. En cambio, sí somos todxs diversxs, sólo que preferimos no darnos cuenta. Somos la inmensa minoría. Gordxs, putxs, trans, travas, maricas, discas,  gays, lesbianas, queers, bisexuales, asexuales, tullidxs, lisiadxs, pansexuales, demisexuales y más, y más y muchxs más. No obstante, lo putx no quita lo disca.

¿Viste nuestros cuerpos rotos en publicidades? Nuestros cuerpos votan, pero no son democratizados. Se vive una perpetua rehabilitación. ¿Qué instituciones representan mi cuerpo? ¿Cuántas veces le diste lecciones de vida a un cuerpo que ni siquiera comprendés? Más tiempo pasa, más me cuesta oler a una sombra dispuesta a desenredar toda esta red, toda esta trampa costosa y condenatoria. Quizás estoy pidiendo demasiado. Se vive con esto y se muere con esto. “No busques más, yo te consiento”. Nada de eso, prefiero poner un disco de Sandro y cantarte en la cara: «Y yo que estoy aquí, sentando frente a ti, me siento desangrar, sin poder conversar…«.

Hay cosas que no tienen tiempo. Son cosas efímeras, cosas ansiosas que no te dejan tomarle el pulso a las pasiones. Te vas tan rápido que no alcanzo a saber tu nombre. No me das tiempo a (es)cogerte. Y tengo que soportar que todxs hablen de mí, ignorando que estoy sentado aquí. Quedate un rato más, o llevame con vos.

El culo sí, la silla no. La silla es lo que es, porque existe mi cuerpo. Las ruedas giran porque existen mis manos. Al culo si te lo presto. No vas a experimentar nada nuevo. En silla no hago más ni menos cosas, hago otras, o las mismas, pero de otra manera. No quiero tu beso en la frente. Hablame, mirame, sentime, oleme, escuchame, abrazame, respetame. (es)cogeme en la silla. (es)cogeme completo.

¿Estar solx es político? No lo sé, pero me duele. Ya me cansé de escuchar mis propias anécdotas. Ya me confesé todos los secretos. Ya me ahogué con la mediocridad y promesas con sabor a vino tinto. La soledad es como espiar mi diario íntimo y desconfiar de mis propias banalidades. Necesitamos una foto juntxs. También tenemos que tener apodos, escojamos uno que tenga gusto de helado: crema del cielo, por ejemplo. Hace tiempo que tengo que ocultar mi amor por vos. «Te miro y te siento», dijo. Es triste saber quién sos, cuando me pregunten que es la segregación, tendré que (es)coger en decir tu nombre.

El deleite de los cuerpos es un festival en el que gays, lesbianas, trans, travestis, tortas, putos, maricas, chongas, cuentan historias, sus historias, nuestras historias, de las maneras más diversas, a través del poder de la imagen, o de la ausencia de la representación, del entramado de voces, o la maraña de letras que nos narran. El deleite de los cuerpos es una excusa. Una excusa para conocernos, para dialogar con quienes están lejos, para compartir la intimidad que no siempre nos permiten los modos en que suele circular el arte, para construir redes que desdibujen las fronteras que hacen a un nosotr*s, para potenciarnos a imaginar colectivamente mundos donde quepan muchos mundos.


Tres poemas de Liliana Bodoc

 Primera persona   

         Yo, primera persona del singular.

        Yo tengo

        Pero Yo no soy Tengo

        porque

        si un huracán se lleva todo

        y me deja tan solo con lo puesto.

        Yo seguiría siendo.

        Yo estoy.

        Pero, atención,

        porque aunque cambie de lugar,

        aunque cambie de barrio y de ciudad

        yo sigo siendo.

        Por las noches yo duermo

        pero no soy Dormir

        porque cuando despierto

        sigo siendo

        Yo canto.

        ¿Y si no canto?

        Yo juego.

        ¿Y si no juego?

        Yo estoy aqui y allá

        yo tengo, yo no tengo

        yo canto y desencanto

        yo esta tarde no juego

        pero yo sigo siendo.

        Yo soy yo cuando Soy.

        No soy Tener.

        No soy Estar.

        Yo soy

        Ser

        en primera persona del singular.

Noche de diablos   LORE

        En la noche más noche

        se encienden las antiguas

        hogueras de los diablos.

        Deambula el hechicero

        sobre el caparazón de una tortuga.

        Un antifaz mastica

        la carne de una fruta misteriosa.

        Cara sobre otra cara,

        las máscaras invitan

        a ser lo que no somos,

        lo que jamás seremos:

        cometas emplumados,

        brujos con cinco sombras,

        marionetas de fuego.

        En la noche más noche

        las máscaras batallan

        y bailan por sus vidas.

        Desenvainan espadas,

        escupen luz de pólvora y veneno.

        Un antifaz ovilla

        el largo cuerpo azul de una serpiente.

        En la noche más pozo de tan negra

        las máscaras invaden las ciudades,

        se suben a los techos

        y desde alli convocan a la fiesta.

        Que salgan los huraños,

        que ría el que no ríe.

        Que convide el avaro,

        que mientan los honestos,

        que brinquen los ancianos…

        Máscara sobre cara,

        en la noche más noche,

        somos otros.

        Cuando amanezca

        las máscaras caerán detrás de los bostezos

        a dormir por lo que dure el frío.

        Acabado el festejo,

        para dicha y desdicha,

        volveremos a ser nosotros mismos.

 Las 4 maravillas del mundo

        Aire que silba

        Fuego que fuega

        Agua que corre

        Tierra que espera

        Agua más Tierra, arcilla

        Agua más Aire, espuma

        Fuego más Agua, agua calentita

        Aire con aire, flauta

        Tierra con tierra, huerto

        Fuego con fuego, amor

        Agua con aguacero

        Apenas cuatro esencias,

        cuatro dulces puñados

        en el caldero,

        ¡y ya olía a magnolias

        el Universo!